De Pasteles, PESAJES y Paseos.

Esta mañana no quise que volviera a pasarme. Tenía dos días consecutivos sin caminar, y eso me tenía preocupada, porque hoy es día de pesaje.

En una mirada retrospectiva, no puedo creer que extrañe los días de salir a caminar, cuando hace poco menos de tres meses la sola idea de salir me pintaba una carita triste en el rostro.

Explico: Tengo un dolor intenso en el pie derecho. Dolor que según opinión médica es debido al trabajo extra que hacen mis pies, cargando con mi sobrepeso. Este dolor me estaba forzando a tener una vida más y más sedentaria.

A todos lados, buscaba excusas para viajar en autobús.

Un día penoso y maravilloso, una de las docentes con las que trabajo, quien por cierto también sufre de sobrepeso, escudandose en la confianza y amistad que nos profesamos, me dijo en privado:

-Milena, tu problema del pie es que estas gorda.- hizo una pausa- Y solo se te va a quitar (el dolor) dejando de estar gorda… es decir que mientras menos camines peor será tu dolencia…

Lo recuerdo muy bien, porque me dijo que le estaba “pesando su peso”, y que en enero ella comenzaría un régimen para sentirse más saludable. Cosa que si hizo.

Amigos… debo decirles que esa fue la gota que rebozó el vaso. Y es que ¿cómo negar que tiene razón?. ¿a dónde iba a parar mi problema de sobrepeso si seguía dándole largas a lo inevitable?

Y ahí estaba yo, a principios de 2012, leyendo todos esos chistes de año nuevo, de personas que se proponen iniciar una dieta y que en febrero ya estaban abandonándola. Y me dio mucha rabia, por muchos motivos, pero principalmente porque tenían razón. Muchas veces inicié proyectos y dietas que no culminaría.

Por eso insisto en que, mirando en retrospectiva: no puedo creer todo lo que ha pasado desde que di el primer paso.

Poniéndome los zapatos viejos, imitación de los famosos “Converse”, sentí el conocido dolor de pie derecho, pero tal y como he venido haciendo estas dos últimas semanas, no le hice caso… le saqué la lengua ruda e infantilmente al dolor. Y salí a caminar

Pero antes debía hacer una parada, recuerdan? Hoy es viernes… día de pesaje!!!

Pasé por la conocida farmacia y estaba aun cerrada, abrían en 15 minutos, y di una “pequeña” vueltecita para hacer tiempo mientras abría. Para los que conocen mi ciudad les cuento que desde soco, caminé hasta el parque la estación metiendome por todas las callecitas que encontré… dibujando (si se viera desde arriba) una escalerita… hasta llegar al parque La Estación.

Señores, mi sorpresa fue tal al ver el parque en TAN BUEN ESTADO, que solo iba a llegar a la puerta y devolverme  cuando no pude evitar entrar, simplemente me atraparon los milenarios árboles hermosos que allí residen.

Di una vuelta en él, aprovechando el recorrido largo y al final "hice" un kilómetro dentro del mismo parque. Mi sorpresa y alegría es que ahora en sus instalaciones cuentan con equipo para hacer ejercicios GRATUITOS!... así que mañana mismo comienzo a probarlos

Tengo miedo de hacerlo mal, pero eso tampoco me detendrá, voy a investigar en Internet y a prepararme lo más que pueda. Pero a esta fiesta yo me cuelo! Arrocera pues.

Para los que no viven en mi ciudad, les cuento que fue una de las caminatas más largas que he hecho, como aun no poseo mi podometro, o cuentapasos, no tengo idea de lo que fue, solo se que en todo el camino me estuvo doliendo el pie.

Pero nunca más me detendrá eso!

Cuando por fin! Llegué a la farmacia otra vez, me pesé con más ánimos del que iba más temprano.

Estoy muy contenta con mi pesaje… el kilo que subí la semana pasada lo bajé… y de paso bajé otro kilogramo más!.

Siento que fue como haber bajado un escalón y luego subir dos de un golpe.

Esta noche cumple años José (mi esposo) y por ende habrá mucha mucha torta. Para compartir con todos voy a llevar mi manzana horneada con canela. Y así no me quedo con las ganas del dulce.

que ironía: dia de pesaje y dia de torta.

Una prueba más que superar.